A mis amigas en Monterrey

Querida amiga,

Te invito a formar parte de este grupo porque pienso que tienes una cualidad maravillosa que no puede seguir oculta más tiempo: la habilidad para sanar. He sido testigo de cómo en algún momento de tu vida has sanado algún aspecto en ti o en alguien más que causaba dolor; y creo que tu ayuda es un factor clave en la curación del mundo tan lastimado en que vivimos ahora.

Cada tragedia, grande o pequeña, nos lleva un paso más cerca de la destrucción de la humanidad y creo que es urgente cambiar el rumbo. He visto también con mis propios ojos cómo pequeños grupos de personas comprometidas pueden cambiar el mundo. Estoy convencida de que para sanarnos a nosotras y sanar a quienes nos rodean, necesitamos organizarnos y recobrar la sabiduría femenina. No es que los hombres sean incapaces de hacerlo, pero me parece que a los ojos de la mujer, hay cosas que son inaceptables. Hay hombres que reconocen que es necesario que la mujer tome el liderazgo y nos apoyarán sin importar qué pase.

Por favor, invita a quienes creas que puedan estar interesadas y participa de esta primera reunión. Si después decides formar un grupo diferente, está muy bien. Si quieres incluso seguir organizando este grupo, mucho mejor, ya que yo solamente podré estar en esta primera reunión. Solo te pido que conserves la esencia de este grupo: mujeres en edad fértil que se reúnen para celebrar la maravilla de ser mujer y compartir lo que está en sus corazones. Sin ninguna agenda política o religiosa para ser impuesta a las mujeres, solo el Sagrado Femenino que nos dió vida.

Si este mensaje resuena en tu corazón, por favor, contáctame para hacerte llegar la invitación.

Un abrazo,

Marxe